Pastel vegano de otoño en tres texturas

Hoy os traigo una receta dulce y sana que ha encantado hasta a los más exigentes de mi familia. Estoy entusiasmada, pues este pastel vegano de otoño es una idea original mía y me salió riquísimo a la primera, ¡así que no podía esperar más para compartirla con vosotros!

Lo he llamado pastel de otoño porque combina diferentes ingredientes típicos del otoño y otros que encajan muy bien con esta estación de frío y colores cálidos. Está compuesto de tres texturas diferenciadas que, combinadas, consiguen una mezcla de sabores que me encanta. Los protagonistas del pastel de otoño vegano son el boniato, la castaña y los frutos secos, ¿a que suena para chuparse los dedos? Pues además es bastante sencillo de hacer, solo requiere un poco de tiempo y dedicación. Así que no os hago esperar más, ¡vamos manos a la obra!

 

INGREDIENTES para pastel vegano de otoño (12 – 16 raciones)

Para la base (1ª textura):

  • 100 g de almendras
  • 100 g de avellanas
  • 100 g de avena
  • 85 g de aceite de coco (o margarina vegetal)

Para la 2º textura:

  • 200 g de anarcados remojados
  • 3 boniatos medianos o pequeños
  • 10 dátiles medianos
  • 200 g de yogur vegetal (soja, coco…)

Para la 3ª textura:

  • 150 g de castañas
  • 20 dátiles medianos
  • 80 g de chocolate negro (sin leche y puede ser sin azúcar)
  • 1 cucharada de aceite de coco (o margarina vegetal)
  • 1 vaso de bebida vegetal (soja, almendra, avena, arroz…)
  • Cacao puro en polvo para decorar

 

UTENSILIOS DE COCINA

  • Molde desmontable de 26 cm (más o menos)
  • Batidora potente
  • Espátula o similar

PASOS A SEGUIR

1. Poner a remojo los anacardos mínimo 3 horas antes. Mientras, asar los boniatos y las castañas en el horno a 200º, recordando hacer un corte a cada castaña y dándoles vueltas de vez en cuando para que no se quemen por un lado.

Las castañas estarán hechas aproximadamente a los 30 minutos y los boniatos en unos 45. Es importante vigilarlos bien, darles vueltas y pinchar los boniatos para ver si ya están blanditos, pues dependiendo de la potencia del horno pueden estar hechos mucho antes.

2. Tostar las almendras y las avellanas si las hemos comprado crudas, simplemente a fuego medio en una sartén, sin aceite ni sal, dándoles vueltas para que no se quemen, hasta que las veamos doradas por los lados (unos 10 minutos). Si las hemos comprado tostadas (sin sal) no será necesario este paso. Es importante que no vengan saladas, ni fritas, pues se trata de una receta dulce y no quedaría bien.

3. Fundir el aceite de coco o margarina de la base, al baño maría o a mínima potencia en el microondas y vigilando que no se queme. Mientras, triturar las almendras, las avellanas y la avena sin llegar a hacerlas polvo. Cuando esté fundido, añadir el aceite de coco o margarina y mezclar con una espátula hasta que se integre todo completamente.

4. Montar el molde y untar la base y las paredes con aceite de coco o margarina. Depositar toda la mezcla que hemos preparado en el fondo del molde y repartir proporcionalmente, presionando ligeramente con una cuchara o el culo de un vaso hasta que quede un resultado uniforme y compacto. Reservar dentro de la nevera.

5. Escurrir los anacardos y pelar los boniatos. Triturar a máxima potencia los anacardos, los boniatos, los dátiles deshuesados y el yogur vegetal, añadiendo poco a poco los ingredientes. Cuando consigamos una pasta homogénea y sin tropezones, tendremos la segunda textura terminada. Es momento de volcarla encima de la base y repartirla uniformemente con la espátula. Volver a reservar en la nevera.

6. Es momento de pelar las castañas, pues así daremos tiempo a que la segunda textura coja cuerpo en la nevera. Mientras, fundiremos el chocolate negro junto a la cucharada de aceite de coco, bien al baño maría o bien en el microondas a baja potencia y vigilando que no se queme. Al terminar, triturar las castañas junto al chocolate fundido, los dátiles deshuesados y la bebida vegetal.

Una vez más, buscaremos un resultado fino y sin tropezones, por lo que deberemos darle tiempo a la batidora. Al terminar, volcar con mucho cuidado la tercera textura encima de las anteriores, repartiendo la masa suavemente con la espátula. Si se mezcla un poco con la segunda textura no pasa nada. Reservar en la nevera y dejar enfriar, al menos, 12 horas. Lo ideal es hacer el pastel de un día para otro, pues así es como cada textura coge la consistencia ideal.

7. Justo antes de desmoldar, espolvorear por encima del pastel vegano de otoño cacao puro en polvo al gusto. Para desmoldar bien, pasar antes un cuchillo fino por la pared del molde. El primer trozo de pastel puede romperse un poco debido a que la base se quede pegada al molde, pero a partir del segundo todos saldrán perfectos.

Pastel-vegano-otoño2

Espero que este pastel de otoño os guste tanto como a mí y no dudéis en consultarme cualquier duda que tengáis o hacerme llegar vuestras sugerencias. ¡Gracias! 😀

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