¡Hola hola, confinados y confinadas! Llevamos ya varios días de cuarentena preventiva en casa y el aburrimiento y la imposibilidad de salir a comer por ahí cosas ricas da lugar a la creatividad y a las ganas de meterse en harina… ¡Literalmente! Si tienes tiempo y ganas de comer o cenar algo rico y casero, os propongo una receta muy chula pero con ingredientes muy básicos para cualquier cocina vegana: ravioli caseros rellenos de tofu ahumado (o no) y cebolla caramelizada. Cuesta un ratito hacerlos, pero la verdad es que es muy satisfactorio y salen unas fotos geniales, jajaja. ¿Os animáis?
1. Mezclar la harina con un pellizco de sal y la mitad del agua y amasar bien. Ir añadiendo más agua hasta que tenga una consistencia muy espesa, casi dura, y fácilmente manejable. La cantidad dependerá del tipo de harina, pero raramente harán falta más de 90-100g. Hacer una bola y dejar reposar en la nevera.
2. Mientras reposa la masa, cortar la cebolla muy pequeña y el tofu a cuadraditos pequeños y sofreír con un poco de aceite. Salpimentar y cocinar hasta que la cebolla esté doradita. En caso de usar tofu sin ahumar, os animo a añadir más especias a vuestro gusto para darle bien de sabor. Cuando esté cocinado sacar a un plato para que se enfríe.
3. Preparar sobre una superficie grande y limpia: la masa, una hoja de papel de horno, el rodillo o algo que lo sustituya como un bote de garbanzos, aceite, un cuchillo, un tenedor y un recipiente engrasado donde guardar los ravioli hechos.
4. Los pasos para montar los ravioli serán los siguientes: amasar muy finamente la masa sobre el papel de horno previamente engrasado, cortar cuadrados con el cuchillo, rellenar un cuadrado y tapar con otro para finalmente prensar el ravioli con el tenedor. Con los bordes o los cuadrados que no salgan bien volveremos a hacer una bola y repetiremos el procedimiento hasta que no quede masa. IMPORTANTE: la masa debe quedar MUY fina, si no lo conseguimos antes de cortar los cuadrados podemos volver a aplanar todavía más cuadrado a cuadrado, utilizando el aceite para que no se queden pegados al papel. En la imagen de abajo ilustro todos los pasos del proceso. 🙂
5. Una vez todos los ravioli rellenos y bien prensados, será el momento de hervirlos durante 5-10 minutos (dependiendo del tamaño de los ravioli y de la cantidad de agua) en agua hirviendo y salada. Un truco que recomiendo en caso de que no tengamos mucha confianza en que los ravioli no se abran dentro del agua es pasarlos antes por una sartén con aceite caliente para prensarlos durante unos segundos y luego ya hervirlos.
6. Finalmente escurrir los ravioli y servirlos con la salsa que prefiramos por encima. Yo he cocinado sobras de relleno con tomate triturado y además le he añadido un poco de queso vegano rallado y orégano por encima. También creo que estaría muy rico con una salsa de cebolla y nata vegetal, por ejemplo!
¿Verdad que no es tan difícil como pensabais? Os animo a aprovechar estos días encerrados para experimentar en la cocina y estos ravioli caseros rellenos de tofu ahumado y cebolla caramelizada son una opción sencilla y entretenida que gustarán a toda la familia. ¿Me contaréis si probáis la receta? Podéis escribirme en los comentarios o a través del perfil de Instagram o Facebook. ¡Mucho ánimo con lo que queda! Y recuerda: #yomequedoencasa 😉
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